Ingenieros de la Universidad de Manchester del Reino Unido crearon el microscopio más potente del mundo cuya resolución supera todos los récords alcanzados por la microscopía óptica. El aparato, que emplea diminutas bolas de vidrio, logró una visión de hasta 50 nanómetros (0,00000005 metros), mostrando así un mapa del mundo nanoscópico nunca antes visto. Su técnica se basa en la captación de las ondas evanescentes emitidas por los objetos ya que dichas ondas generalmente se desvanecen y se pierden con la distancia.
Hasta ahora las altas resoluciones solo se conseguían a través de métodos indirectos como el microscopio de fuerza atómica o el escaneado microscópico de electrones, pero al colocar en la superficie de las muestras microesferas de vidrio de diámetros de 2 y 9 millonésimas de metro, los científicos obtuvieron resoluciones mayores concentrando y redirigiendo las ondas evanescentes hacia una lente de un microscopio estándar. Así, el simple uso de la luz visible, rompe la propiedad física del límite de difracción o de focalización de la luz.
Sus desarrolladores aseguran que la técnica es muy prometedora para estudios biológicos, donde es difícil observar la acción a escala nanométrica, Lin Li, de la Universidad de Manchester afirma, "Pensamos que será especialmente interesante para la observación de células, bacterias e incluso virus” ya que "Con un microscopio de óptica fluorescente se tarda dos días en preparar una muestra, y las posibilidades de éxito están entre el 10 y el 20%", puntualizó.
Ondas evanescentes en un microscopio TIRF (Reflexión Interna Total de Fluorescencia) usando la técnica tipo prisma.
Hasta ahora las altas resoluciones solo se conseguían a través de métodos indirectos como el microscopio de fuerza atómica o el escaneado microscópico de electrones, pero al colocar en la superficie de las muestras microesferas de vidrio de diámetros de 2 y 9 millonésimas de metro, los científicos obtuvieron resoluciones mayores concentrando y redirigiendo las ondas evanescentes hacia una lente de un microscopio estándar. Así, el simple uso de la luz visible, rompe la propiedad física del límite de difracción o de focalización de la luz.
Sus desarrolladores aseguran que la técnica es muy prometedora para estudios biológicos, donde es difícil observar la acción a escala nanométrica, Lin Li, de la Universidad de Manchester afirma, "Pensamos que será especialmente interesante para la observación de células, bacterias e incluso virus” ya que "Con un microscopio de óptica fluorescente se tarda dos días en preparar una muestra, y las posibilidades de éxito están entre el 10 y el 20%", puntualizó.
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